Izamal, una ciudad dorada en Yucatán

Izamal

Si le gusta ir a un lugar diferente cada vez que visite Royal Resorts. ¿Qué tal un viaje a Izamal, la “ciudad dorada” de Yucatán? Famosa por su enorme convento y sus edificios color amarillo brillante, a este pequeño y tranquilo pueblo muchas veces se le conoce como “la ciudad de las tres culturas,” en referencia a sus herencias prehispánica y española y las tradiciones de los habitantes mayas de hoy.

Izamal también es uno de los Pueblos Mágicos de Yucatán, una distinción que comparte con Valladolid, Mani, Motul, Tekax y Sisal. La Secretaría de Turismo de México lanzó el programa de los Pueblos Mágicos para promover a las comunidades mexicanas poco conocidas, que cuentan con su propio encanto y magia debido a sus artesanías, cocina, coloridas fiestas, arquitectura pre-hispánica o colonial o su sobresaliente belleza natural.

La casa de un antiguo dios

Izamal ha estado habitada desde los tiempos de los antiguos mayas, de hecho, los vestigios más antiguos de ocupación datan del tercer siglo A.C., convirtiéndolo en un sitio más antiguo que Uxmal y Chichén Itzá.

Izamal se convirtió en un lugar sagrado, atrayendo peregrinos mayas de todo Yucatán, quienes veneraban a Itzamná o Zamna, el dios supremo, inventor de la escritura, la medicina y la agricultura.

Más de 20 edificios mayas importantes han sido encontrados en y alrededor de Izamal, junto con una red de sacbés o caminos ceremoniales, montículos de casas y tumbas. Aquí también era venerado el dios maya del sol, Kinich Kakmó, y la pirámide erigida en su honor aún domina el paisaje. Levantándose 35 metros, es el tercer edificio más grande en Mesoamérica, en términos de volumen.

La llegada de los españoles

Después de la Conquista, los frailes españoles aprovecharon la importancia religiosa de Izamal construyendo un enorme convento franciscano sobre el templo de Pap-Hol-Chac. El convento de San Antonio de Padua fue fundado en 1549 y completado en 1618. Hogar de la Inmaculada Virgen de la Concepción, la santa patrona de Yucatán desde 1648, es uno de los diez santuarios más importantes de México. El edificio, semejante a una fortaleza, también se dice que posee el atrio cerrado más grande de México y uno de los más grandes del mundo, ¡con no menos de 75 arcos!

Por donde sea que voltee en Izamal verá una alegre pintura amarilla y adornos blancos, esta tradición data de la Época Colonial y comenzó con el convento. Hoy en día, la mayoría de las casas históricas, arcos, iglesias y edificios cívicos en el pueblo lucen los colores de Izamal.

Explore a pie las calles y plazas alrededor del convento o rente una calesa o victoria tirada por un caballo. Además del convento y las pirámides mayas, otros atractivos incluyen el Palacio Municipal, el Museo Comunitario en la Calle 31, las iglesias coloniales de San Ildefonso, Los Remedios, Carmen y Santa Cruz y las casonas restauradas que ahora funcionan como tiendas de artesanías, restaurantes u hoteles boutique.

Visite la oficina de turismo en la plaza principal para obtener mapas que muestran la ubicación de los talleres de artesanías en diferentes partes del pueblo. Observe a los artesanos locales produciendo vestidos bordados de algodón, hamacas, maderas talladas, joyería de henequén y semillas y figuras de mariposas y aves en en papier mâché.

En la plaza también se puede comprar arte popular, en varias tiendas de artesanías y galerías y en el Centro Cultural de Izamal. Este centro es operado por una cooperativa de jóvenes emprendedores izamaleños, tiene una exhibición informativa sobre la historia del henequén, un café y un mini spa.

Asegúrese de almorzar en Kinich Kakmó, la palapa restaurante a la sombra de la pirámide, Este lugar popular es conocido por su cocina yucateca. Pruebe los famosos platillos de puerco como la cochinita pibil y el poc chuc servidos con tortillas calientes recién hechas y salsa de chile habanero u opte por la sabrosa sopa de lima y un plato de panuchos y salbutes.

El paisaje alrededor de Izamal está salpicado con haciendas henequeneras y los campos de la planta verde savia que jugó un importante papel en la economía de Yucatán a finales del Siglo XIX. La mayoría se encuentran abandonadas, aunque continúa el cultivo a pequeña escala en la hacienda Chichihú. Las Haciendas Tzalancab y San José Tecoh también están abiertas al público de 6 a.m. a 6 p.m. y cuentan con senderos para la observación de aves. Hay guías disponibles en el mostrador de Información Turística en el Palacio Municipal de Izamal.

Si le gustaría visitar Izamal, organiza una excursión privada con Thomas More Travel en tourdesk@royalresorts.com Si decide rentar un auto y explorar a su propio ritmo, Izamal se encuentra a 253 kilómetros de Cancún y 68 kilómetros desde Mérida, tome las salidas señaladas en la autopista de cuota o la Carretera 180.