Las antiguas ciudades de los mayas poseen un aire de misterio en cualquier momento que usted las visite pero, para muchos viajeros, un paseo al Sitio Patrimonio de la Humanidad de Chichén Itzá en septiembre para ser testigos del Equinoccio, ofrece aún más asombro.
El 23 de septiembre, el día del Equinoccio de otoño en 2019, la Pirámide de Kukulcán o El Castillo que domina la Gran Plaza en Chichén Itzá, releva su secreto. En la antigüedad, fue un reloj solar y un calendario marcando el paso de las estaciones.
La pirámide está alineada para captar los rayos del sol al atardecer en los días de los equinoccios de la primavera y el otoño en marzo y septiembre. Aparecen triángulos de luz y sombra a lo largo del lado norte de la escalinata formando el ondulante cuerpo de una serpiente. Se une a la cabeza de una serpiente de piedra labrada al pie del edificio, creando la ilusión de una serpiente gigante descendiendo del cielo y deslizándose por el suelo hacia el Cenote Sagrado.
La serpiente simboliza a Kukulcán (también llamado Quetzalcóatl en el centro de México), el dios serpiente emplumada, regresando a la tierra para dar esperanza a sus seguidores y anunciando a los mayas el inicio de las temporadas de siembra en la primavera y de cosecha en el otoño.
La serpiente de luz y sombra también es visible el día anterior y posterior al equinoccio, si el clima lo permite.
Thomas More Travel ofrece una gama de paseos de un día a Chichén Itzá, elija el que más le convenga y descubre esta increíble ciudad antigua.