Un Poco del México Antiguo: Valladolid
¿Ha visitado el pueblo colonial de Valladolid, al oriente de Yucatán, una tranquila comunidad llena de historia y tradiciones? A sólo una hora y media en auto desde Cancún, parece ser un mundo aparte. Elegantes iglesias antiguas y mansiones restauradas que datan de los siglos XVI y XVII, la plaza principal bordeada de árboles, que acoge conciertos nocturnos y presentaciones de bailes los fines de semana, majestuosos cenotes esparcidos alrededor del pueblo… cuenta con muchas atracciones propias y es el punto de partida perfecto para explorar la zona. Los sitios arqueológicos de Ek Balam y Chichén Itzá están a corta distancia en auto, hay innumerables cenotes y grutas por descubrir, ancestrales comunidades mayas para visitar y la Reserva de la Biósfera de Río Lagartos y la Costa del Golfo, en donde habitan miles de flamencos y otras aves.
La Plaza Principal
Pasee por la plaza principal dominada por la Catedral de San Servasio del Siglo XVIII y el Palacio Municipal, donde el balcón en la planta alta tiene una exhibición de pinturas de Marco Lizama mostrando la historia de Valladolid. Hay más historia en exhibición en el pequeño Museo San Roque, atrás del Palacio Municipal.
Siéntese en el parque con un helado y absorba el ambiente tranquilo. Como alternativa, camina a las tiendas y boutiques que bordean la plaza principal y las calles aledañas.
En la plaza principal, los domingos se realiza el evento de Domingos Vallisoletanos* que incluye un mercado de artesanías, música viva y danzas folclóricas. El domingo en la noche, una banda interpreta los ritmos del danzón y cha cha chá y las parejas locales y visitantes participan en la pista de baile.
A corta distancia de la plaza principal, los seis barrios como la Candelaria y Santa Lucía también merecen una visita.
El mundo del arte folclórico mexicano
Adquiera vestidos de algodón bordados hechos en Yucatán y una colorida selección de textiles de Chiapas, Hidalgo y Oaxaca en las tiendas que rodean la plaza principal. Hay figuras talladas de alebrijes, cerámica, hamacas y más para tentar su interés. Si usted desea ver más maravillas mexicanas, Valladolid tiene dos encantadoras atracciones para que las visite.
La Casa de los Venados, localizada en la Calle 40, a corta distancia caminando desde la plaza principal, es una residencia privada del Siglo XVII con una colección de cerámicas, textiles y más que rinden tributo a la rica tradición del arte popular mexicano.
La Casa de los Venados es una impresionante casona o casa estilo hacienda construida entre 1600 y 1620. Durante el período Colonial fue la casa del Alcalde y más tarde la residencia de una familia prominente de Valladolid.
Abandonada desde 1964 y derrumbándose en ruinas, fue comprada por la pareja de americanos y antiguos socios de Royal Resorts John y Dorianne Venator, quienes se embarcaron en un proyecto de restauración de 10 años.
Además de ser una casa privada, la Casa de los Venados alberga una enorme colección de arte popular mexicano y arte contemporáneo, el reflejo de una pasión de toda la vida.
John Venator empezó a coleccionar arte folclórico mexicano en 1963, cuando visitaba Puebla en un programa de intercambio estudiantil y desde entonces, él y su esposa han viajado a lo largo y ancho del país, visitando artesanos en pueblos alejados en busca de cerámica, grabados, textiles, trabajos de metal y más.
Más de 3,000 piezas que van desde gigantes árboles de la vida, jaguares de cerámica y máscaras talladas hasta arte del Día de Muertos, mosaicos y sillas inspirados en Frida Kahlo, muebles tradicionales de madera y murales elaborados por artistas locales, son exhibidos por toda la casa. Dondequiera que vea hay arte y cada exquisito objeto de arte cuenta una historia. Jarrones de Talavera, textiles bordados de Chiapas y piñas de cerámica verde vidriada de Michoacán comparten el espacio con figuras en miniatura pintadas a mano de atuendos tradicionales, platos de cobre, cerámica de Mata Ortiz de Chihuahua y galardonadas piñatas. Es una de las colecciones de arte popular más extensa en manos privadas, y una alegre celebración de la creatividad, el color y el humor de los artesanos del país.
Visitas guiadas por la Casa de los Venados y su colección están disponibles a las 10 a.m. (hora Vallesolitana) y toman alrededor de una hora. A los visitantes se les pide una donación de $60 pesos para la fundación filantrópica de los dueños para apoyar causas locales como una clínica y programas de salud comunitarios, educación y las artes en Valladolid.
El Museo de Ropa Étnica de México o MUREM, localizado frente al Parque San Juan, merece una visita, si a usted le interesa la vestimenta tradicional mexicana. Es una introducción fascinante a un colorido mundo de la ropa utilizada por los grupos indígenas en diferentes partes del país.
Diseños bordados llenos de simbolismo que celebran a la naturaleza y las antiguas creencias de Chiapas, Oaxaca y Yucatán, entre otros; se exhiben huipiles o vestidos, fajas, rebozos y blusas usadas en la vida diaria y en los festivales; máscaras ceremoniales de madera y más. Hay disponibles guías bilingües para contarle la historia de cada prenda y detallan los diferentes elementos de diseños usados por la tejedora o la costurera.
El museo abre diariamente de 10 a.m. a 6 p.m., la admisión es un donativo.
Camine a través de la historia
Pasee a lo largo de la Calzada de los Frailes, una calle peatonal que une el centro del pueblo con la Iglesia de San Bernardino y Convento de Sisal. En la ruta, puede adquirir artesanías y probar la cocina yucateca en La Casona, otra mansión colonial que fue restaurada por el Grupo Xcaret.
Localizado en el jardín de La Casona, la capilla y fuente dedicada a la santa patrona de Valladolid, la Virgen de la Candelaria, es una obra de arte. Creada por cinco artesanos de Xcaret usando cerámica de Talavera, tomó casi un año para armarla y cinco meses más para instalarla en Valladolid. Inspirado en los diseños florales de un vestido yucateco, muestra a la Virgen y a San Bernardino de Siena, Santa Lucía, San Servacio y San Juan, que también son santos venerados en Valladolid.
Durante una caminata a lo largo de la Calzada de Los Frailes, los visitantes pueden observar cómo son molidos los granos de cacao para elaborar chocolate usando técnicas tradicionales, o entrar a una perfumería llena de aromas de hierbas nativas y flores. Asegúrese de probar Xtabentún elaborado localmente, un licor hecho de miel, una flor nativa y un toque de anís, y compre miel para llevar a casa. Los mayas han sido apicultores desde tiempo inmemorial y la miel de Yucatán es una de las mejores del mundo.
Fundada por la orden Franciscana en 1552, la Iglesia de San Bernardino y Convento Sisal es un extenso complejo similar a una fortaleza que era el centro de su trabajo misionero con las comunidades mayas en el oriente de Yucatán. Se encuentra sobre un río subterráneo llamado Sis-Há (agua fría en maya) y tiene una red de túneles que conducen a la ciudad, que eran usados en momentos de conflicto. La iglesia es de diseño sobrio y cuenta con un interesante retablo en el altar y varios retablos de los santos.
La historia cuenta que en el Siglo XVII el pirata Lorenzillo, flagelo del puerto del Campeche, vino a Valladolid en busca de una joven de la que se había enamorado. Fue capturado y hecho prisionero en el monasterio. Mientras esperaba su ejecución, su tripulación lo sacó de la prisión en una intrépida incursión en la ciudad.
Destilería Mayapán
En las afueras de Valladolid, las rígidas espigas verde-grises de las plantas nativas de henequén se mezclan con los campos del agave azul, la planta que le ha dado tanta fama al estado de Jalisco, como el origen del tequila.
Hace algunos años, un ranchero y empresario local sembró el agave azul en su terreno y las plantas ahora están siendo cosechadas y procesadas para producir un licor que asemeja al tequila. Usted puede observar cada paso del proceso de producción artesanal en la destilería Mayapán, que usa técnicas utilizadas por más de 400 años.
Mientras que el Mayapán no puede ser llamado tequila, porque la denominación de origen de la marca registrada sólo está reservada para licores producidos en el área de Jalisco, tiene el característico sabor ahumado y está disponible en blanco, reposado y añejado. Podrá degustar este galardonado espíritu al final del tour y adquirir una botella, o también miel local, artesanías, y una selección de tequilas y mezcales en la tienda de la destilería. Mayapán está abierta de 9 a.m. a 6 p.m., cerrado los domingos.
Misteriosos Pozos Naturales
El oriente de Yucatán está salpicado por cenotes y cuevas, cada uno diferente, todos con un aire de misterio. Comience su tour de cenotes en el enorme Cenote Zací, en el corazón de Valladolid, en la Calle 36. Rodeado por árboles de ceiba, cedro, palmas, higueras y ramón, este es un enorme cenote de 80 metros de profundidad similar al Cenote Sagrado en Chichén Itzá, con una sinuosa escalinata que conduce hacia la cueva. Los muros escarpados adornados con enredaderas y raíces de árboles se sumergen en las profundidades turquesa de una alberca cristalina y las golondrinas vuelan continuamente en círculos, rozando la superficie del agua para atrapar insectos.
En las afueras del pueblo están los cenotes Dzitnup y Samulá, los cenotes más famosos de Yucatán; Hubikú, en el cercano pueblo de Temozón también vale una parada para un refrescante chapuzón y un almuerzo y hay muchos cenotes más para visitar.
Pronto será abierto un nuevo parque de cenotes cerca de Valladolid llamado Xibalbá, en referencia al Inframundo Maya, comprende ocho cenotes diferentes para visitar y disfrutar experiencias como tirolesas, kayak, senderos en la naturaleza y más.
*Debido a la pandemia, algunos eventos aún pueden ser suspendidos.
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