Si está planeando una visita a Mérida, es probable que una caminata por el Paseo Montejo esté en lo primero en su lista para ver. Inspirado en los Campos Elíseos, este frondoso bulevar está bordeado por mansiones palaciegas construidas en los tiempos del auge del henequén a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Durante esa época, las familias locales se volvieron ricas con el cultivo del henequén o sisal, un agave nativo del cual se extraía una resistente fibra utilizada para elaborar cuerdas, mecates y sacos. Construyeron mansiones al estilo de las casas parisinos o chateaus del campiña francesa e, incluso, hay una con un minarete. Aunque muchas de esas mansiones ahora albergan bancos u oficinas y la más famosa de todas, el Palacio Cantón, es el Museo Regional de Antropología e Historia, dos están abiertas para mostrar a los visitantes cómo era la vida durante los embriagadores días del henequén, cuando Mérida era una de las ciudades más prósperas del mundo.
Palacio Cantón
Casa Museo Montejo 495
Esta es una de las famosas Casas Gemelas al principio del Paseo Montejo. Las casas gemelas fueron construidas en 1911 por Manuel Cantón con el diseño del arquitecto francés Gustave Umbdenstock. Las visitas guiadas muestran a los visitantes 20 habitaciones con su mobiliario original de principios del Siglo XX, así como porcelanas, cristalería, arte y esculturas. Con sus amplias escalinatas con delicados barandales de hierro, columnas y candelabros de cristal, esta casa tiene una perpetua elegancia.
Abierto de jueves a domingo de 9 a.m. a 5 p.m.
Quinta Montes Molina
A una corta caminata a lo largo del Paseo Montejo y ubicado entre hermosos jardines, la Quinta Molina Montes data de 1902. En 1915, fue adquirida por Avelino Montes Linaje y continúa siendo propiedad de la familia Montes Molina hasta la fecha. Las visitas guiadas a la casa nuestran a los visitantes las habitaciones con el mobiliario original, candelabros de cristal Baccarat, vidrio de Murano, pinturas y la vajilla de la familia. Estatuas de porcelana y alabastro adornan los pasillos y corredores. Las fotografías color sepia, piezas de arte decorativo, ropa, instrumentos musicales, relojes e, incluso, teléfonos antiguos, pintan una imagen de la vida familiar a través de los años. Abajo en el sótano se encuentra la cocina, la bodega de vinos, lavandería y las habitaciones de la servidumbre.
Abierta de lunes a viernes de 10 a.m. a 6 p.m.
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