El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció recientemente una serie de proyectos de desarrollo nacional, entre ellos, el Tren Maya, un ferrocarril que uniría partes del sureste de México y permitiría a los turistas descubrir algunos de los sitios arqueológicos y reservas naturales más importantes del mundo maya.

La ruta propuesta que atraviesa el mundo maya incluye a Cancún a Tulum y continúa hacia el sur hasta Bacalar antes de girar al oeste hacia Xpujil, el punto de partida para Calakmul, Becan, Chicanna y otros sitios arqueológicos en el sur de Campeche. Luego continuaría hacia el oeste hasta Palenque en Chiapas y completaría el circuito pasando por Tabasco y Campeche hasta las ciudades coloniales de Mérida y Valladolid, Yucatán. En Yucatán seguiría una ruta ferroviaria preexistente de Palenque a Valladolid.

Un proyecto de Tren Maya que une a Mérida con Cancún y Playa del Carmen se había analizado en administraciones anteriores, pero esta nueva propuesta es mucho más grande y tiene una ruta diferente. Difundiría los beneficios económicos del turismo más allá del Caribe mexicano y Yucatán, conectando a las comunidades del mundo maya que han estado fuera de los caminos para la mayoría de los turistas.

El ferrocarril transportaría pasajeros y carga, y la ruta definitiva, el impacto ambiental y social, los socios de inversión y la financiación aún están bajo análisis. Si sigue adelante, el proyecto podría ponerse en marcha en 2019 y tardaría unos cuatro años en completarse.